Fluffy no nació en una gran oficina ni con una inversión millonaria. Nació con una idea y la convicción de hacer algo diferente.

En 2022, dos jóvenes panameños de 16 y 18 años decidieron traer un producto que nadie conocía en su país. Sin experiencia, sin garantías, pero con la certeza de que si no lo intentaban, se arrepentirían.

Así llegaron las FluffySharks.

Primero, unos pocos se atrevieron a probarlas. Luego, se volvieron virales. Y en cuestión de meses, pasaron de ser una idea a convertirse en un fenómeno.

Pero Fluffy nunca ha sido solo unas sandalias.

Es la prueba de que no hay que esperar el momento perfecto, sino crearlo. Que no necesitas permiso para empezar algo grande. Que si algo no existe, tú puedes ser quien lo traiga al mundo.

Hoy, Fluffy sigue evolucionando. Seguimos construyendo algo más grande, más audaz. Porque un tiburón nunca deja de moverse.

Si estás aquí, no es por casualidad. Es porque, de alguna manera, también formas parte de esta historia.

Las grandes ideas no nacen de la comodidad. Nacen de la visión, del coraje y de la decisión de hacer algo distinto.

Fluffy comenzó con dos jóvenes de 16 y 18 años, sin experiencia en negocios, sin inversores y sin garantías de que funcionaría. Pero con algo mucho más importante: la determinación de crear algo propio y desafiar lo establecido.

En un mundo donde todos siguen el mismo camino, ellos decidieron abrirse el suyo.

Desde el principio, Fluffy no fue solo un producto, sino una idea que rompió las reglas. No había marcas que apostaran por algo así, no existía un precedente, no había un manual a seguir.

Ellos lo hicieron posible.

Al principio, nadie creía que funcionaría. Pero paso a paso, venta tras venta, lo que empezó como un sueño se convirtió en una marca real. La gente empezó a hablar de Fluffy, a compartirlo, a hacerlo suyo.

Pero esto nunca fue cuestión de suerte.

Cada decisión, cada error, cada riesgo asumido fue una lección que los hizo mejorar, crecer y convertir Fluffy en lo que es hoy.

Y Fluffy, el tiburón, representa todo eso.

Es más que un logo o una mascota. Es el reflejo de quienes nunca se detienen, de los que desafían lo imposible, de los que crean su propio camino. Siempre presente en cada aventura, orgulloso de su creación, sin miedo a nada.

Lo caracteriza su enorme sonrisa, llena de determinación, confianza y el espíritu imparable de quien sabe que está destinado a algo grande.

Hoy, Fluffy sigue creciendo. Porque un tiburón nunca deja de moverse.

Y si algo queda claro, esto es solo el comienzo.

Cada producto Fluffy está diseñado pensando en la comodidad, la personalización y la calidad. No seguimos tendencias, las creamos. Nuestra comunidad de más de 5,000 clientes en Panamá y Costa Rica es la prueba de que Fluffy no es solo una marca, es una experiencia.

Gracias por ser parte de esto, y confiar en nuestro equipo!